Cuando la madre de Albie muere, apenas si es natural que él pregunte a dónde ha ido, sus padres son científicos y siempre han tenido casi todas las respuestas. Papá musita algo sobre la física cuántica y los universos paralelos, y eso basta para que Albie se ponga manos a la obra, consiga una caja, una computadora y un plátano semi podrido, y se envíe a sí mismo a través del espacio y el tiempo en busca de su madre, pero lo que descubre tal vez no sea lo que estaba buscando, pero sin duda le proporciona las respuestas a algunas de las preguntas más importantes.