Todos lo hemos visto en alguna ocasión. Han podido ser nuestros hijos o los de unos amigos, nuestros sobrinos… De hecho, es posible que tú mismo fueses el protagonista de la escena cuando eras pequeño (o incluso de mayor, ¡ejem!). Hablamos de esa criaturita que repite incesantemente “¡Es mío! ¡Es mío! ¡Es mío!”, abrazada desesperadamente a un juguete que no quiere compartir bajo ninguna circunstancia. Así se nos presenta la pequeña protagonista de este álbum, que no quiere que su primo se divierta ni con su oso de peluche ni con su pelota…, y que gracias a él aprenderá una valiosa lección. Swann Meralli y Carole Crouzet han compuesto una preciosa y divertida narración sobre la posesividad como opuesto de la imaginación y la inocencia. Un libro ideal para ayudar a los más pequeños a entender que tienen que compartir y que vivir es más importante que poseer.