Como cualquiera de nosotros, los superhéroes también tienen días malos. En esos momentos, ellos podrían usar sus superpoderes para montar una buena: podrían destruir edificios a puñetazos, calcinar cosas con su mirada de rayos láser Pero incluso cuando se sienten muy muy furiosos no pueden, ni quieren, actuar supermal Este magnífico cuento rimado muestra cómo los superhéroes conocen la manera de controlar sus emociones. Ellos pueden hacerlo ¡y tú también!